Postrada inmóvil siempre en el cielo, la luna puede ser la única verdad en un mundo que se llena de falacias, por una pedante inteligencia, que a los muertos corresponde.
Verdad de luna
La luna no baja.
Precipita el mundo a su propia mar
Y sube la marea hasta llegar a la cabeza.
Quien lo sepa todo
Habrá muerto en el vientre de su madre:
En la inteligencia nace la muerte
La verdad es exclusiva de los muertos
Deslumbra como mierda
Que se baña en oro.
¿Acaso has olvidado?
La carne y su desierto
Los huesos polvorosos.
El alma adolescente.
La terquedad del hombre enamorado.
El cariño de niño.
La verdad no baja.
Se precipita el ego sobre la memoria
Y sube pedante hasta llegar a la cabeza.
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