Un poema por Jorge Olivera.
PPGD
¿mi partido político?
yo mejor no me pronuncio
ni por este ni por el otro
ni para aquella ni para esta
porque la paridad
-seamos sinceros-
es una antena de azotea
desgastada y vieja
pero si lo pienso bien
tal vez ese sea
el partido que juego
y al que yo me pronuncio:
soy holgazán
y soy partidario
de la decepción
¿qué otra bandera
ha ondeado el país?
no, no me malentiendan:
la decepción viene de mí
de querer ver colores en
una nube lluviosa o
de tener con flores adornadas
las calles, y no con moños las puertas.
este país está hecho un cementerio
y ya nada le queda,
¿por qué no dejarme
a mí firmar el partido político
de la Gran Decepción?
su eslogan será:
«sabemos fallar»
y así ya no habrá
políticos más que suicidas
es más, hagámoslo aquí,
sirva usted lector de testigo:
señor diputado, su señoría
don senador, ¿mi partido político?
aquí lo proclamo,
lo funda el único ingenuo
que en México reza:
mejor quemarme las entrañas
por dentro con esperanza
a ver calcinados los cuerpos
de mis hermanas
es cierto:
ningún surtidor
echa raíz
como los cuerpos inertes
que esconde el país
sálvense quien pueda
echen todo a la borda
pero déjenme a mí
ser ingenuo
firmar el partido
de la Gran Decepción
porque eso conlleva
tener ilusión
¿Es posible morir de tristeza?: la complejidad de la empatía humana en «las ruinas de la memoria»
Ninguna barba es bonita si la miras con detalle
mi mamá fue un laboratorio andante
La perla del pacífico: Acapulco, Guerrero
Efectos secundarios de leer(nos)
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