Nativo del centro industrial de la cerveza en nuestro país -Monterrey, Nuevo León-, el intérprete detrás del Buen Colmillo se considera precisamente eso, un personaje de buen diente, pero con un poco más de colmillo. Autodenominado sumiller oficial de la cerveza Carta Blanca y gran aficionado de la comida; sobre todo de la convivencia detrás de ella, al Colmillo le gusta narrar sus experiencias dentro del ámbito restaurantero y gastronómico. Siempre pretende actuar como fiel escudero del que asa la carne (aunque no cocina, solo le hace compañía). Promotor de la erradicación del término drinks; su trago favorito es el tequila empujado con cerveza, el cual casualmente coincide como su debilidad número uno.