A propósito del cumpleaños 32 de Lionel Messi, Patrick Meehan reflexiona sobre qué siente al verlo llegar a una edad, que por mucho, se ha considerado "el comienzo del declive" en cualquier jugador del balompié.
32 años de Messi
Lionel Messi ya tiene 32 años. Qué miedo. Llevo 10 años deseando que no cumpla uno más pero cada año lo mismo. Leo se hace más viejo. ¿Qué le vamos a hacer? Así es el tiempo.
De lo que hace en la cancha no vamos a hablar. De sus estadísticas, menos. Esta es una enseñanza que él me ha dejado. Creo que nunca me ha tocado ver tanto homenaje a un futbolista cuando todavía le quedan varios años de carrera. Te habla de su grandeza. Todos estamos intentando prepararnos para el momento que diga adiós.
Ojalá nunca sea, ojalá fuese eterno. Ojalá se repita, como si nunca hubiera jugado.
Pienso en su retiro. Mi alegría de cada 3 días cuando juega Messi, no estará más. Eso me duele, aunque hoy todavía lo tengo. ¿Qué agradecerle? Todo. El saber que cada vez que lo veo jugar, es saber que el fútbol va más allá que 22 personas pateando una pelota.
Cuando alguien te demuestra cuanto le gusta algo y el esfuerzo que hace en eso, te inspira a de alguna manera “regresarle” algo. Eso es lo que yo hago con mi agradecimiento. Seguro jamas lo sentirá de regreso de mi parte, pero cuando se junten todos estos homenajes (que tendrá por toda la historia), seguro que sentirá que lo que hizo valió la pena.
Ya vendrá el momento para sacarlo todo. Me detengo. No quiero hacer largo este texto. Estas gracias. Cuando estemos seguros que no juega más, habrá para más. Me inspiro en su cumpleaños número treinta y dos; cada año, pienso en lo que es y significa para mí alguien que jamas he conocido.
Gracias Lionel.
Internet y arte: las órbitas del sol
A veces necesito que mi cama me sostenga
mi mamá fue un laboratorio andante
El Monstruo de la Laguna Verde Ecologista de México
Deja un comentario