Prólogo

La mayoría de las personas sueñan con encontrar a un ser fantástico que los complemente y los motive a seguir en esta vida (más en estos tiempos tan extraños). Hace unos años soñé con esta persona especial, no tenía idea de quién era y mucho menos en qué momento lo encontraría. Tiempo después, entró por una puerta y supe que tenía algo especial; su mirada fue la que me atrapó, alivio mi corazón. Nunca imaginé que ese chico de ojos tornasol se convertiría en mi motivo de vivir, en mi razón de ser. Cuando nos tomamos las manos y nos miramos a los ojos por primera vez, supe que había acertado, él era el indicado.

Le dije: Te encontré.

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Siempre supe que te iba a encontrar
En la adversidad o en la eternidad
Cuando caiga en agonía o comience mi alegría, tú ahí estarás
Cuando el mar y el cielo ya no existan
El día que se apague el fuego y se calle el viento
Cuando los excesos no sean nocivos y la música deje de ser vicio
Mi inconsciente sabía que te convertirías en mi vigor, fortaleza y salvación
Así es… Te encontré, querido amor.

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Este texto forma parte de los talleres impartidos por Rebeca Leal Singer de marzo 2021 a julio 2021.