Dossier de nuestro Décimo Segundo Volumen: Las venas del poder.
El poder en las venas
1.
Hilos que hilvanan la piel; ríos rojos y azules; cauces de vida; mapas del cuerpo; las venas son tuberías por donde se nos pasa la vida. Y por donde pasamos. Ellas transportan, entendemos, la sangre desoxigenada hasta el corazón: gracias a ella palpitamos y habitamos. Son una imagen clara y concisa de lo frágil que somos; son trazos de nuestro cuerpo y de nuestra figura.
2.
El poder también tiene venas porque está hecho por las personas. Nosotros somos esos trazos.
Y nuestro primer contacto con el poder suele venir desde la infancia: desde una posición de amor o de abandono. Esto es: la maternidad es una esfera del poder, la paternidad es otra. De ahí partimos a otra: la de la escuela, maestras y maestros. Nos oxigenamos paulatinamente. Pero hay un poder que se ejerce sobre nosotros de manera constante; el político.
El 2021 queremos hacer ese venograma de lo público: ¿cómo se ha ejercido el poder político de la nueva administración?, ¿cómo el poder afecta nuestras esferas privada?, ¿lo sexual? ¿Por qué cuando hablamos de un político mexicano traemos una imagen clara y concisa, un arquetipo?
3.
Lo primero que se gangrena en un régimen totalitario es el lenguaje: los políticos suelen atraparle del gaznate, le tuercen e impiden que su sangre fluya en sentido natural. Por eso es también lo primero que se debe rescatar. Muestra de ello son los nombres que suelen dárseles a las oficinas burocráticas encargadas de la censura -Ministerio de Información, Departamento de Orientación, por ejemplo-, donde la significación de las palabras obtiene otra totalmente opuesta: «la idea libertaria es la máscara del tirano», decía Octavio Paz. Todos los regímenes suceden bajo esa máscara.
Contrario a la mayoría de Latinoamérica, México nunca ha tenido una dictadura militar, pero sí sufrió, de facto, una dictadura perfecta -si evocamos el nombre que le designó Vargas Llosa-: por setenta años una sola institución dominó el pensamiento político, económico, y social del país; nos referimos al PRI. Es una dictadura perfecta porque pasó inadvertida frente a los ojos de los oprimidos; solo unas cuantas personas pudieron levantarse ante esa pluma, ante esa censura. Hoy ha vuelto en forma de oposición: el presidente en turno se levanta todas las mañanas, con el ánimo de quien dispone a dar una liturgia; la intención, en papel, es informar: la luz de la transparencia que permite al mexicano levantar su día destilándose claridad por su ventana. En realidad es una tribuna, una eucaristía cívica que ha creado para estigmatizar, dividir, polarizar y planchar su agenda. Su lenguaje es uno que divide y retuerce. En ese sentido México no dista mucho de la realidad política que se vivió en la posguerra con el franquismo. ¿Cómo se le enfrentó España?: con literatura, con pensamiento.
4.
Este volumen es evidencia de que el poder se lleva en las venas, y puede sangrar; y puede morir.
Bestiario fantástico de Anáhuac
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